La celebración de la Navidad es una época llena de alegría, de paz y de amor. Muchísimas personas alrededor del planeta nos reunimos con seres queridos para celebrar el nacimiento de Jesucristo. Creo que la Navidad es importante porque estamos celebrando a la persona más santa, más maravillosa y con más trascendencia en la historia de la humanidad. El único ser humano que ha dejado un antes y después en nuestro calendario.
Al reflexionar en esto, viene a mi consciencia la siguiente pregunta: ¿Cómo quería Jesús que se le siguiera?
Creo que algunas personas (no todos) han cometido el error de idolatrar a Jesús en vez de seguir su ejemplo. Cito lo siguiente: "Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios." *1
A mi parecer esto queda muy claro. Jesús no quería que se le idolatrara. Y entonces, ¿que quería?
"De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre" *2
¡Quería que sigamos su ejemplo!
"Si me amáis, guardad mis mandamientos" *3
Y, ¿cuáles son sus mandamientos?
"Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante:Amarás a tu prójimo como a ti mismo" *4
Queridos amigos y lectores, generalmente no uso tanto las referencias bíblicas pero dada la ocasión, consideré necesario hacerlo. Los invito a reflexionar en el mensaje verdadero de El Maestro. Jesús quería y aún quiere que transformemos nuestra manera de pensar, que dejemos de enfocarnos en lo humano y lo material. Y alcancemos la paz, dicha y amor que el irradiaba cuando caminaba por las tierras lejanas de Galilea.
Amar a Jesús y su obra está excelente, pero lo que realmente debemos hacer es ser congruentes con su enseñanza.
Cada día de mi vida trato con todo el corazón seguirle, a diario le llevo buenas nuevas a todas las personas con las que me encuentro. Trato de amar a Dios con todas mis fuerzas y amar a mi prójimo como a mí mismo. Sé que no es un camino sencillo, pero ciertamente tiene sus frutos.
¡Feliz Navidad a cada uno de ustedes! Espero que esta Navidad sea excelente para cada uno de ustedes. Les deseo lo mejor de la vida, hoy y siempre. A cada uno le mando un caluroso y afectuoso abrazo navideño. Todo mi agradecimiento por seguir apoyando mi trabajo.
Me despido con esto:
"Haya pues en vosotros la mente de Cristo Jesús" *5
Con mucho cariño,
David Glez.
*1 Lucas 18: 18-19
*2 Juan 14: 12
*3 Juan 14: 15
*4 Mateo 22: 36-39
*5 Filipenses 2: 5

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